"¿Habrá sensación más poderosa que una descarga masiva de adrenalina con un gol marcado en el último minuto?"
Os puedo garantizar que nunca olvidaréis estos partidos. He trabajado ya con miles de partidos, pero me acuerdo muy bien de los partidos en que un gol en el último minuto confirmó mi lectura del partido.
También ya sucedió el inverso... el equipo relajar y al final (normalmente con un remate que bate en dos defensores antes de entrar) sufre un gol que arruina el trabajo que hice durante todo el partido. Pero aparte un análisis para corregir posibles errores míos, estos partidos los debemos olvidar muy pronto.
Los goles en el último minuto plantean una cuestión: ¿una apuesta ganada en el último minuto es considerada suerte o no?
Desde mi punto de vista, la respuesta es: depende del partido pero no del hecho de que haya sido marcado en el último minuto. Esto es, si apostamos que el Benfica iba a ganar y éste equipo dominó el partido, creó buenas oportunidades para marcar, remató dos veces al palo, falló un penalti y solo marcó en la última jugada del partido, entonces hicimos una buena apuesta y no debemos decir que tuvimos suerte. Sería mala suerte si no ganara.
Un consejo: atención que los goles en periodo de recuperación de tiempo perdido no son tan inhabituales como pueda parecer, por lo que frecuentemente es posible encontrar oportunidades para apostar con valor. Sin embargo, debemos ser conscientes de que lo más probable es que el resultado no se altere, pero si acontece y estamos en una posición favorable en el mercado podremos obtener ganancias muy elevadas.
Apostar en un partido aumenta la emoción con la que seguimos un partido... un gol en el último minuto aumentará aun más esta emoción a la categoría de inolvidable.
El gol más épico es el que marcan los porteros que suben en el campo en la última jugada del partido, habitualmente un saque de esquina, y cierran los ojos para cabecear la pelota. También es común que el portero falle y que a continuación el otro equipo consiga un contragolpe, sin que el portero tenga tiempo de recuperar su posición en la portería, marcando un gol en que la pelota suele entrar muy lentamente en la portería desierta, lo que puede hacer ganadora nuestra apuesta del número de goles del partido.
Por último, la mayor pesadilla de un apostador: ¡un penalti en el último minuto! No hay corazón que aguante.
Hasta que por fin el jugador marque el penalti, asistimos a pedidos de clemencia al árbitro, amonestaciones de jugadores, presión sobre el árbitro asistente, manos en la cabeza, el cuarto árbitro intentando controlar los entrenadores y hacerlos volver al banquillo, etc. ¡Parece que se olvidan de nosotros apostadores, que necesitamos saber muy pronto si es gol o no!
¿Qué hacer hasta que el jugador marque el penalti? Os confieso que he hecho de todo menos quedarme sentado.